De la santificación popular
A partir del mismo día en que el sargento llevó la cruz hasta el lugar de la muerte del Gauchito, fue el comienzo de lo que comúnmente se llama “Santificación Popular”, santificación que obra por voluntad del pueblo. Por ello hasta no recibir oficialmente la canonización y posterior santificación a cargo de los representantes del la Iglesia Católica, a estas almas que interceden ante el Altísimo por todos los promeseros, se las incluye en los que se denomina Santoral Profano o Apócrifo. Así sucede con la Difunta Correa, San La Muerte, Lázaro Blanco y miles de hombres y mujeres milagrosos que fueron elegidos por la gente como sus cuidadores. El Santoral Pagano de Corrientes tiene además a Olegario Alvarez conocido con el apodo de “El Gaucho Lega”; Francisco López cuya veneración es conocida como la “Cruz de Francisco López”, San Antonio María, Aparicio Altamirano, Pedro Perlaitá y otros.
La Iglesia Católica cuenta varios requisitos para pensar en una santificación, como por ejemplo que el culto perdure más de 100 años, el afecto y la demostración de la adoración del pueblo, sus milagros, etc. Los milagros del Gauchito Gil han sido y siguen siendo demostrados, los promeseros son cada día más, crecen los agradecimientos y se renuevan los pedidos. La santificación del Gauchito Antonio Gil o como se lo llama en lengua guaraní “Curuzú Gil” es un hecho. El pueblo lo nombró su intercesor y sabe que encontró a un fiel compañero y benefactor, un santo popular.